viernes, 5 de mayo de 2017

Aceptación e integración

¿Cómo manejar la aceptación y la integración?, términos que son tan difíciles de digerir que preferimos simplemente dejarlos de lado. Aceptarse a uno mismo con todas las virtudes y los defectos es, para muchos, un camino casi tan peligroso como un terreno minado. A veces decimos que tenemos que aceptar a los otros como son, pero cómo aceptarlos a ellos si gran parte del tiempo no lo hacemos con nosotros mismos.
Todo es como un gran rompecabezas donde y nosotros somos las piezas, y cada pieza tiene, de por sí, sus propias piezas, como un cuento de nunca acabar. Si logramos encajarlas todas a nuestro alrededor lograremos armar una imagen en conjunto, pero, si por el contrario, las apartamos de nuestro lado, el rompecabezas nunca será completado.

Del entendimiento a la integración
Creado por Kumi Yamashita
Aceptar quienes somos es ver todos los aspectos de uno mismo, ver todas y cada una de las versiones que hemos creado; sólo así podremos empezar a entender a los demás, y del entendimiento a la integración no hay una gran distancia.
Como un ejemplo, ¿qué tal si les pido amar a una persona que consideran su peor enemigo?, de seguro muchos saltarían de la indignación con la sola petición, pero qué pasa si agrego además todo aquello que ha herido a ese enemigo, su niñez llena de traumas, los posibles gritos, los posibles golpes recibidos, los muchos rechazos y etapas dolorosas; les aseguro que el término enemigo se tambalearía, pues la empatía comenzaría a construirse a los alrededores del odio. Podríamos decir entonces que el entendimiento se convertiría en el puente que tanto necesitamos.

Cómo construir integración
Para comenzar un ejercicio de construcción, no es necesario hacerlo con que el que creemos es nuestro peor enemigo, pero si queremos poner en práctica esta idea de integración, podemos elegir a una persona que consideramos difícil de tratar. Aplica con ella estas ideas, ¿cuáles puedes ser sus miedos, sus esperanzas, sus motivaciones?, ¿qué ha llevado a esa persona a actuar de una forma específica?, ¿por qué puede parecer hostil a angustiada en ciertas oportunidades? Parece todo un trabajo investigativo, pero más que especulación, es un trabajo de observación.
Sin embargo, debemos recordar que esto no va a funcionar si no comenzamos por nosotros mismos; aplica esas mismas preguntas para ti, aunque te parezcan un poco sin sentido. Trátate como si fueses una persona ajena a tu propio cuerpo y acércate a ti con compasión. Háblate de los traumas, de los posibles gritos, de los posibles golpes recibidos, de los muchos rechazos y etapas dolorosas; pero háblate también de los triunfos, de los sueños, del esfuerzo que haces hoy y cada uno de los días. Te darás cuenta que te verás desde otra perspectiva.

Las bases de un todo
No, no es fácil, nada lo es; pero la posibilidad siempre está presente, tocando puertas que quieren ser abiertas. Si queremos obtener la imagen del rompecabezas como un todo, debemos empezar a entendernos individualmente y de allí a entendernos mutuamente. Cuando dejemos de gritar o de callar, podremos escuchar las razones de todas las partes, y de allí, quizás, comenzar a construir esa empatía que tanto nos hace falta para con nosotros y para con los demás.

Recordemos que la aceptación y la integración son las bases de ese todo.

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