viernes, 14 de abril de 2017

Las voces ajenas de la manipulación

Sin percatarnos, de seguro nos hemos encontrado inmersos en las palabras de otros, en manipulaciones disfrazadas de odios, de reglas, de instituciones. Desembarazarnos de todas ellas de seguro nos va a hacer sentir expuestos, como quitarnos el disfraz en pleno carnaval. Pero el carnaval es sólo un momento, la vida sigue recorriendo el mundo fuera de ese pequeño pestañeo.
A nuestros alrededores están todas las voces hablando, los medios de comunicación, los vecinos, los compañeros de trabajo; hasta que levantamos nuestra propia voz y la hacemos una más del montón, sonando exactamente como las demás, con las mismas reglas y los mismos odios. Nuestra voz se convierte, irremediablemente, en una voz ajena.
Mr(s) Selfdestruct, foto de Mrs-White

En situaciones de confrontaciones mayores, es casi imposible escapar de dichas voces, pero no nos engañemos, incluso en circunstancias menores las encontramos presentes. Están en los estereotipos, en las expectativas, en la intolerancia, en la necesidad de la popularidad y el poder; donde sea que se encuentren los seres humanos, tendremos los ingredientes perfectos para crear la base de las manipulaciones.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, una de las definiciones de la manipulación es: Intervenir con medios hábiles y, a veces,arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsiónde la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares. Con todo esto dicho, ¿cuántos intereses ajenos no estamos siguiendo en estos momentos?
Me pregunto, ¿tanto miedo nos da saber lo que realmente pensamos?; descubrir acaso que estamos en desacuerdo con lo que nos hemos dicho o creído gran parte de nuestras vidas, ¿nos destruiría o nos liberaría? Cómo saberlo si no lo intentamos. Si una persona nos dice que nos lancemos de un puente, realmente nos gustaría creer que le refutaríamos. Lamentablemente muchos saltan al abismo sin analizar las opciones.
Crear razones para luchar contra ellos con más odio, es crear nuestras propias manipulaciones. Aunque suene paradójico, el bien común por sobre el particular es dejar de escuchar las voces ajenas para escuchar inicialmente la nuestra. Es como una piedra lanzada a un cuerpo de agua, creará su propio núcleo de ondas para luego extenderse y resonar con el resto, pero siempre en completa armonía. Porque la voz principal que debemos atender es la que sale de tu corazón.
El hacer unapausa es siempre un buen instrumento de ayuda, escuchar atentamente lo que queremos. Una cosa es lo que creemos necesitar y otra es lo que realmente deseamos; sin embargo, el deseo muchas veces se diluye en la creencia de lo imposible, por lo que dejamos a esas otras voces escurrirse y tomar posesión de los rincones de nuestras ideas; de esta forma muchas veces entramos en parálisis, no podemos avanzar en ninguna dirección; por ello, esa pausa le quitaría esos disfraces a esas otras voces, dándonos la oportunidad de reconocer la que debe, por sobre todo, ser escuchada.
Suena casi utópico hablar de armonía entre tanta lucha, entre tanto miedo y desesperanza. No es fácil, debo decir, e inevitablemente nos encontraremos de ese lado más veces de las que quisiéramos; pero el detenernos y reconocer esas voces ajenas, es un primer paso para detenerlas, para acallarlas, y empezar a escuchas las nuestras.

No estamos lejos de nuestra propia realización, la respuesta a esa parálisis siempre ha estado caminando a nuestro lado, comiendo con nosotros y hasta acarreando nuestras dudas. La respuesta la encontraremos en el mismo sitio de siempre, justo donde yace nuestro corazón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario